El squirt, también es conocido como la eyaculación femenina, es una experiencia sexual que despierta curiosidad entre muchos.
Se refiere a la expulsión de líquido por la uretra durante la excitación o el orgasmo, y aunque no todas las mujeres lo experimentan, para muchas puede ser en una experiencia intensa y liberadora.
Más allá de los tabúes actuales, el squirt es una respuesta física natural. No es una prueba de mayor placer, pero conocer cómo ocurre y qué factores lo favorecen puede ayudar a quienes quieran explorarlo.
¿Qué es el squirt?
En este artículo te explicaremos qué es el squirt. Durante la estimulación sexual, algunas mujeres expulsan una cantidad variable de líquido a través de la uretra. La composición de este líquido no es igual a la orina y su origen se asocia con las glándulas parauretrales o glándulas de Skene. Puede suceder con o sin orgasmo, y su intensidad varía de una persona a otra.
Es importante entender que el squirt no es algo que se “deba” lograr. La presión social o la comparación con experiencias ajenas puede generar frustración, pero lo esencial es centrarse en el placer y la conexión, no en el resultado.
Claves para favorecer el squirt
1. Confianza y relajación
El squirt difícilmente ocurre si hay tensión. Lo mejor es crear un ambiente cómodo, sin prisas ni distracciones, eso será clave. La seguridad emocional y la confianza con la pareja favorecen que el cuerpo se deje llevar.
2. Estimulación del punto G
El punto G se encuentra en la pared anterior de la vagina, a unos 3-5 cm de la entrada. La estimulación firme y rítmica con movimientos de “ven aquí” suele ser efectiva. Algunas personas combinan esta técnica con estimulación del clítoris para potenciar el placer.
3. Probar distintas posiciones
Posiciones como “la cuchara” o que la mujer esté encima pueden facilitar el ángulo ideal para la estimulación del punto G. Sin embargo, no hay una única postura, lo importante es experimentar.
4. No temer a la sensación de orinar
Muchas mujeres sienten una presión similar a las ganas de orinar justo antes del squirt. En lugar de detenerse, lo recomendable es dejar que el cuerpo fluya. Orinar antes del encuentro puede ayudar a liberar esa tensión inicial.
Recomendaciones para disfrutarlo al máximo
• Mantener una comunicación abierta: decir qué se siente, pedir cambios en la presión o ritmo.
• Preparar el espacio: colocar toallas o sábanas protectoras ayuda a relajarse.
• Tener paciencia: puede que no ocurra en los primeros intentos. El aprendizaje y la conexión son parte del disfrute en la pareja
• Hidratarse bien: el cuerpo necesita líquidos para cualquier respuesta sexual intensa.
El squirt es una respuesta natural del placer femenino que no todas experimentan, y eso está bien. No se trata de tratar de conseguirlo como si fuera un trofeo, pero de descubrirlo, si surge, como parte de un juego íntimo con tu pareja.
Con paciencia, comunicación y un entorno seguro, es posible explorarlo sin presión, dejando que el cuerpo y la mente trabajen en armonía para vivir el placer de forma plena.