El Kamasutra es mucho más que un libro antiguo sobre sexo: es una guía sobre placer, conexión y creatividad en la intimidad.
A lo largo del tiempo, se ha convertido en un símbolo de curiosidad para parejas que quieren salir de la rutina y probar nuevas formas de disfrutar.
Se trata de entender cómo el cuerpo, la mente y la complicidad se unen para vivir experiencias intensas.
El misionero (con variantes)
Aunque parezca básica, el misionero sigue siendo una de las posturas más efectivas para generar intimidad. Lo interesante es que se pueden añadir variantes: colocando una almohada debajo de la cadera, abrazando las piernas alrededor de la pareja o jugando con el ritmo. El contacto visual en esta posición hace que la conexión sea más profunda.
La vaquera
Cuando la mujer se coloca encima, no solo toma el control del ritmo y la profundidad, sino que también puede estimularse fácilmente el clítoris. Esta postura es ideal para quienes buscan mayor libertad de movimiento y para explorar nuevas sensaciones sin prisas. Además, permite un contacto corporal cercano y muy sensual.
El perrito
El “doggy style” o postura del perrito es de las favoritas por la penetración profunda que ofrece. Además, deja las manos libres para caricias, masajes o incluso estimulación extra con juguetes. Un consejo: usar cojines o apoyar el torso en la cama puede hacerla más cómoda y prolongar el disfrute.
El loto
Sentados frente a frente, uno sobre las piernas del otro, esta postura combina penetración con abrazos y besos constantes. Es íntima, lenta y muy erótica, ideal para esos momentos en los que no se busca rapidez, sino conexión profunda.
El columpio o “silla mágica”
Aunque no es tan conocida, la postura de la silla (con la mujer sentada encima, mirando al frente o de espaldas) es perfecta para quienes quieren innovar sin complicarse demasiado. La estabilidad que da la silla permite jugar con ritmos distintos y facilita la estimulación manual al mismo tiempo.
Consejos para sacarle provecho al Kamasutra
- Habla antes de probar: no todas las posturas son cómodas para todos los cuerpos. La comunicación evita incomodidades.
- Empieza de a poco: no hace falta intentar las más complicadas al principio. Lo importante es disfrutar, no “hacer malabares”.
- Usa cojines o muebles: pequeños apoyos pueden marcar la diferencia entre una experiencia placentera y otra incómoda.
El Kamasutra no es un reto físico, sino una invitación a conocerse, explorar y vivir el placer de maneras distintas. Con paciencia y comunicación, cada pareja puede encontrar las posturas que mejor se adapten a su cuerpo y su forma de disfrutar.